Daily introspection. Just do it.

Un espacio para la introspección diaria.

Versión en español

Take a moment of silence every day. A moment to look inside. A moment to identify what has gone well for you today, what has gone wrong for you today and what you are going to do tomorrow to improve. A moment of daily introspection at the end of the day or at the beginning of the day by way of preparing a roadmap.

During that daily introspection, these questions can help bring about the desired improvement:

  • Why has such a thing happened to me?
  • What did I feel when that thing happened to me?
  • How did the situation that led me to that thing happen?
  • Where do I want that thing that happens to me to evolve?
  • What do I want to achieve with this evolution?


The purpose of the change intention helps to achieve the change. Knowing why and for what you want to change helps to change.

Additionally, if those questions are asked in the plural. If more are involved in those questions, the energies to change will be greater. Doing things as a team helps not to lose heart in the bad moments of the road.

Ask yourself. Ask those around you. Contrast the answers. Understand what is happening from different points of view.

Don’t think this daily introspection a waste of time. Try for a few days. Today you know that it does not work for you, because you do not practice it. If you put it into practice, it still starts to work.

Introspección diaria. Practícala.

Un espacio para la introspección diaria.

English version

Dedícate diariamente un momento de silencio. Un momento para mirar tu interior. Un momento para identificar lo que hoy te ha salido bien, lo que hoy te ha salido mal y lo que vas a hacer mañana para mejorar. Un momento de introspección diaria al final del día o al inicio del día como hoja de ruta.

Durante esa introspección diaria, estas preguntas pueden ayudar a provocar la mejora buscada:

  • ¿Por qué me ha pasado tal cosa?
  • ¿Qué es lo que he sentido cuando me ha pasado esa cosa?
  • ¿Cómo empezó la situación que me ha llevado a que pasase esa cosa?
  • ¿Hacia dónde quiero que evolucione esa cosa que me pasa?
  • ¿Qué quiero conseguir con esa evolución?

La finalidad del propósito de cambio ayuda a conseguir el cambio. Saber por que y para que quieres cambiar ayuda a cambiar.

Adicionalmente, si esas preguntas se hacen en plural. Si en esas preguntas hay más involucrados, las energías para cambiar serán mayores. Hacer las cosas en equipo ayuda a no desfallecer en los momentos malos del camino.

Pregúntate a ti. Pregunta a los que te rodean. Contrasta las respuestas. Entiende lo que pasa desde diferentes puntos de vista.

No pienses que esta introspección diaria en una pérdida de tiempo. Prueba durante unos días. Hoy sabes que no te funciona, porque no lo practicas. Si lo pones en práctica igual empieza a funcionar.

La virtud de la templanza

Comparto con vosotros mis notas de la lectura del capítulo sobre la Templanza del libro Virtudes de Juan Luis Lorda

Templanza o Moderación (Modus = medida)

Hay que moderar, entibiar, suavizar la fuerza de las pasiones y en particular el impulso de los deseos de placer, si no, se convierte uno en su esclavo y acaban dominando la conducta de uno mismo. Esto puede llevar a tener dificultades importantes en la vida social.

La templanza es un hábito. Hay que practicar.

El que no aprende a poner freno a sus impulsos interiores pierde su libertad. Incluso los impulsos nobles y grandes (Amor/Justicia) necesitan la medida de la razón.

Los sufrimientos de la vida, en el budismo, proceden de las complicaciones que nos traen los grandes deseos (placer/ bienes pasajeros/ sobrevivir).

El ascetismo cristiano es desprenderse de uno mismo para amar bien a Dios y al prójimo.

Si quieres hacer feliz a un ser humano, no le satisfagas sus caprichos, ¡Quítaselos! (Seneca )

No te crees más necesidades. Serás esclavo en lugar de ser más libre.

Si se puede pasar con menos, es mejor. Si no la vida se consume en cosas que en realidad no son importantes.

Todo lo que da gusto tiende a reforzarse y necesita control para que no dañe nuestra salud, no consuma las energías de la vida y no nos impida hacer lo que tenemos que hacer.

Triunfo, patrimonio y prestigio no son lo más importante de una persona. Necesitan equilibrio. Ayudan a vencer la pereza y la timidez, pero pueden convertirse en demonios avasalladores que se apoderen de una vida, rompan todos los equilibrios, agoten las fuerzas de uno y lo lleven al precipicio.

La templanza es una llamada a repartir el interés y el esfuerzo entre lo que nos apetece, las tareas que tenemos que hacer y las personas que tenemos que atender.

No es sano despreciarse a sí mismo, ni sentir muy mal de uno mismo. Tampoco es sano un desproporcionado amor propio que nos impida prestar atención a las necesidades de los demás.

No es que los placeres sean pecado, es que vivir pendiente de ellos desordena la existencia, genera egoísmo empobrecedor y hace nuestra vida inútil para los demás.

En una mentalidad consumista hay que satisfacer cuanto antes el propio egoísmo y toda insatisfacción se convierte en trauma. Pero no se puede ver a los demás como un artículo de consumo que tomo sólo cuando me apetece. La amistad es un gran bien, pero no es un bien de consumo. No se pude comprar cuando apetece y devolverlo cuando no nos gusta.

Antes que el amor propio está el amor al prójimo. Quien lo invierte padece una enfermedad espiritual.

No puede haber verdadero amor si cada uno no aprender a prescindir de si mismo para hacer la vida más amable al otro.