Dedícate diariamente un momento de silencio. Un momento para mirar tu interior. Un momento para identificar lo que hoy te ha salido bien, lo que hoy te ha salido mal y lo que vas a hacer mañana para mejorar. Un momento de introspección diaria al final del día o al inicio del día como hoja de ruta.
Durante esa introspección diaria, estas preguntas pueden ayudar a provocar la mejora buscada:
- ¿Por qué me ha pasado tal cosa?
- ¿Qué es lo que he sentido cuando me ha pasado esa cosa?
- ¿Cómo empezó la situación que me ha llevado a que pasase esa cosa?
- ¿Hacia dónde quiero que evolucione esa cosa que me pasa?
- ¿Qué quiero conseguir con esa evolución?
La finalidad del propósito de cambio ayuda a conseguir el cambio. Saber por que y para que quieres cambiar ayuda a cambiar.
Adicionalmente, si esas preguntas se hacen en plural. Si en esas preguntas hay más involucrados, las energías para cambiar serán mayores. Hacer las cosas en equipo ayuda a no desfallecer en los momentos malos del camino.
Pregúntate a ti. Pregunta a los que te rodean. Contrasta las respuestas. Entiende lo que pasa desde diferentes puntos de vista.
No pienses que esta introspección diaria en una pérdida de tiempo. Prueba durante unos días. Hoy sabes que no te funciona, porque no lo practicas. Si lo pones en práctica igual empieza a funcionar.