Salvador Gabarró presidente de Gas Natural ha tenido un mal día. Ha confundido la aportación internacional de Felipe González con las puertas giratorias y además lo ha verbalizado públicamente según recogen varios diarios como El Mundo.
Lo llamativo es que Gabarró es habitualmente sensato en sus declaraciones. Pero, vamos a ver, ¿qué tiene que ver la experiencia internacional de González y la defensa de los intereses nacionales con las puertas giratorias? Sólo le ha faltado utilizar en su argumentación al anterior monarca en lugar del ex presidente del gobierno. Mejor no imaginarlo.
Puertas giratorias es cuando un político sin otra experiencia profesional que su vida política y sin otro valor concreto que aportar que sus contactos personales en la administración gobernante es fichado para un cargo relevante por una empresa que tiene tratos con la Administración Pública. Como cabe aplicar al agente fichador eso del conocido anuncio “yo no soy tonto”, la consecuencia es pensar mal del fichaje, del fichado y del fichador.
¿Cuantos Felipes hay en España? Garmendia es de lo mejor de los gobiernos Zapatero, pero ¿qué tiene que ver con el perfil internacional de González o el sector de la energía? La mayoría de casos de puertas giratorias son manifiestamente peores y carecen de la razonable justificación internacional de González o profesional de un Josep Borrell o Josu Jon Imaz.
Puertas giratorias es conflicto de intereses, problemas de confidencialidad, competencia desleal y tráfico de influencias. No nos confundamos. Vaya que no hubo poco lio en su momento entre Endesa, Gas Natural y después la italiana Enel y en el fondo siempre Solbes…
Fichen a González si quieren, se entiende. Al fin y al cabo hay una tradición internacional de ex primeros ministros que han ido por esa senda, ahí están en activo en el sector energético Blair o Schroeder. Pero no nos enreden con sus lios argumentales.